Lola Flores
En el cafe de Levante,
entre palmas y alegrias,
cantaba la Zarzamora.
Se lo pusieron de mote,
porque dicen que tenia,
los ojos como las moras.
Le hablo primero a un tratante, y ole,
y luego fue de un marques.
Que la lleno de brillantes, y ole,
de la cabeza a los pies.