Album Cover 19 Dias y 500 Noches

19 Dias y 500 Noches

Joaquin Sabina

24

Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo

En un whisky on the rocks

En vez de fingirO, estrellarme una copa de celos

Me dio por reír

De pronto me vi

Como un perro, de nadie, ladrar

A las puertas del cielo

Me dejó un necessaire con agravios

La miel en los labios

Y escarcha en el pelo

Tenían, no, no, muy mal

A mí me habían dicho que habíais estado ensayando

Tenían (razón) Olé

Tenían razón

Mis amantes, en eso de que, antes el malo era yo

Con una excepción

Esta vez, yo quería quererla querer y ella no

Así que se fue (así que se fue)

Me dejó el corazón en los huesos

Y yo de rodillas

Desde el taxi y haciendo un exceso

Me tiró dos besos, uno por mejilla

Y regresé

A la maldición del cajón sin su ropa

A la perdición de los bares de copas

A las cenicientas de saldo y esquina

Y, por esas ventas del fino laina

Pagando las cuentas de gente sin alma

Que pierde la calma con la cocaína

Volviéndome loco (volviéndome loco)

Derrochando la bolsa y la vida

La fui, poco a poco

Dando por perdida

Y eso que yo

Paro no agobiar con flores a María

Para no asediarla con mi antología

De sábanas frías y alcobas vacías

Para no comprarla con bisutería

Ni ser el fantoche que va en romería

Con la cofradía el santo reproche

Tanto la quería (ay, tanto la quería)

Que, tardé en aprender a olvidarla

Diecinueve días (y quinientas noches)

No puede pasar lo de a-, no puede pasar lo de antes

Dijo: "hola y adiós", olé

Dijo: "hola y adiós"

Dijo: "hola y adiós"

Y, el portazo, sonó como un signo de interrogación

Sospecho que así

Se vengaba, a través del olvido, cupido de mí

No, no pido perdón (no pido perdón)

¿Para qué?, si me va a perdonar

Porque ya no le importa

Siempre tuvo la frente muy alta

La lengua muy larga y la falda muy corta

Me abandonó

Como se abandonan los zapatos viejos

Destrozó el cristal de mis gafas de lejos

Sacó del espejo su vivo retrato

Y, fui tan torero por los callejones

Del juego y el vino

Que, ayer, el portero me echó del casino de Torrelodones

Qué pena tan grande (ay, qué pena, qué pena)

Negaría el santo sacramento

En el mismo momento que usted me lo mande

Y eso que yo

Paro no agobiar con flores a María

Para no asediarla con mi antología

De sábanas frías y alcobas vacías

Para no comprarla con bisutería

Ni ser el fantoche que va en romería

Con la cofradía el santo reproche

Tanto la quería (ay, tanto la quería)

Que, tardé en aprender a olvidarla

Diecinueve días

Diecinueve días

Diecinueve días y quinientas noches

Gracias